Las fajas de compresión, bien sean deportivas o de uso diario, son prendas que se convierten en parte del arsenal secreto en el día a día de muchas personas. Al momento de ir al gimnasio mantienen firme el abdomen, ayudando a tener una buena postura y generando calor extra en la zona media para producir más sudor y durante el día a día corrigen la postura, moldeando caderas y abdomen para darte una figura sexy y curvilínea en segundos.
Entonces, debes brindarle a tu faja de compresión los cuidados necesarios, de manera que dure por mucho tiempo y logre mantener sus brillantes colores y elasticidad sin tener malos olores y manchas a causa del sudor y malos cuidados.
Dependiendo de la cantidad de sudor que tu cuerpo genere y la frecuencia con la que uses tus fajas de compresión, entonces será la continuidad con la que debas lavarlas. Puesto que es un gran error usarlas por varias semanas consecutivas sin darles el cuidado apropiado. Si bien es cierto que lavarlas muy seguido desgasta los tejidos, dejarlas sin limpiar por más de una semana puede llegar a causarte picazón y sarpullidos en la piel de tu cintura y acorta el tiempo de vida de tu prenda.
Sigue estos tips para mantener tus fajas limpias y con buena forma en todo momento.
Usar Jabón Suave
Utiliza jabón suave con pH Neutro, estos jabones no irritan tu piel y por lo tanto tampoco dañarán tu faja. También puedes utilizar el champú de tu preferencia o agua limpiadora, que puede ser conseguida en tiendas de limpieza facial o por internet.
No uses cloro ni lejía, ya que son agentes limpiadores muy fuertes y dañarán la tela, haciendo que pierda elasticidad y firmeza.
Lavar a Mano
Usando una toalla limpia, mójala en el agua jabonosa y pásala suavemente sobre la faja, hasta que el olor y sudor seco queden completamente eliminados. De ser necesario puedes sumergir la faja y suavemente frotar con tus manos, sin fregar, para eliminar alguna mancha que se forme en la tela.
No uses esponjas o cepillos para lavar porque pueden dañar la tela que recubre tu faja y sacarle pelusitas, esto la hará lucir fea y muy usada, además que volverá muy delgada la tela, haciendo que se rompa con facilidad.
Tampoco utilices la lavadora. Esto puede llegar a derretir ciertas partes de tu faja, en caso de usar agua muy caliente, además el brusco movimiento de las aspas que estas máquinas usan para asegurar la limpieza de la ropa es demasiado fuerte para la prenda, que al terminar el proceso de limpieza puede llegar a presentar daños irreparables como una estructura interna quebrada o perdida de costuras.
No ExprimirSi deseas mantener tu faja firme y se mantenga en forma por mucho tiempo, debes evitar a toda costa exprimirla para sacarle el exceso de agua que pueda tener, bien sea porque la sumergiste al agua para sacarle el sudor y arenilla que pudiese tener, o porque la toalla que usaste mojó de más tu faja.
La mejor manera de sacarle el excedente de agua es tomar una toalla seca y presionar la faja contra la toalla para que absorba toda el agua posible, de manera que al momento de ponerla a secar, sea más corto el proceso y no tome malos olores.
Aprobado Usar Aire Fresco
Cuando termines de sacarle el excedente de agua, extiende tu waist cincher donde pueda recibir aire fresco o cuélgala de dos ganchos o perchas para que mantenga la forma, colocándola bajo techo pero en un lugar donde pueda recibir suficiente aire para que se seque completamente.
Debes evitar a toda costa exponer tu waist trainer al sol directo, ya que puede llegar a decolorarse, bien sea estampada o de colores sólidos.
Para Guardarlas
Una vez seca, ¡no la planches!, de hacerlo dañarás permanentemente tu faja, porque el calor extremo que la plancha transmite es muy fuerte para los materiales con los que está elaborada y puede llegar a derretirse en tus manos.
Las fajas tiene una estructura interna firme que impide doblarla en ciertos lugares, pero puedes seguir su forma natural y guardarla en espacios oscuros como un gavetero o guarda ropa.
Cierra los ganchos de tu faja para evitar que se enganche con otras prendas y puedan dañarse o descocerse. Igualmente cuando la colocas en tu guardarropa, ya que cuando se colocan en el gancho, pueden llegar a engarzarse con tu ropa y al sacarlas puedes llegar a desgarrar el tejido.
Busca un lugar donde no llegue luz del sol directa, ya que puede llegar a decolorarse, perdiendo su vistosidad y calidad.